Luis Felipe nos sugiere leer dos cuentos de Juan Villoro.
Juan Villoro. Escritor mexicano nacido en México DF. Estudió la licenciatura en sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana. Condujo el programa de Radio Educación, El lado oscuro de la luna de 1977 a 1981 y fue agregado cultural en la Embajada de México en Berlín, dentro de la entonces República Democrática Alemana, de 1981 a 1984. Director del suplemento La Jornada Semanal de 1995 a 1998, además de impartir talleres de creación y cursos en instituciones como el Instituto Nacional de Bellas Artes y la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue jefe de redacción de la revista Pauta, y colaborador en los periódicos y suplementos La Jornada, Uno más uno, Diorama de la Cultura, El Gallo Ilustrado y Sábado, entre otros. Obtuvo el premio Cuauhtémoc de traducción en 1988 y el Premio Xavier Villaurrutia en 1999. Entre sus obras más representativas encontramos el libro de crónicas Tiempo transcurrido (1986); las novelas El disparo de argón (1991) y Materia dispuesta (1997); los cuentos El mariscal de campo (1978), La noche navegable (1980), El cielo inferior (1984), Albercas (1985), La alcoba dormida (1992), Autopista sanguijuela (1998) y La casa pierde (1999); ensayos Los once de la tribu (1995) y Efectos personales (2000); y relatos infantiles Las golosinas secretas (1985), El profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica (1992) y Baterista numeroso (1997).
Fuente: http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2411
Cuentos:
- Coyote http://sololiteratura.com/php/docinterno.php?doc=580
- La alcoba dormida http://sololiteratura.com/php/docinterno.php?doc=581
5 comentarios:
De la alcoba dormida:
Creo que era un final predecible. Bueno, creo que si en una historia leemos sobre gemelos y se recalca tanto lo idénticos que son, entonces el final es predecible: no puede pasar que no se los confunda, ¿o sí?
Dicho esto debo decir que el cuento me gustó.
Me gustan los detalles que se dan sobre el personaje principal, creo que se lo describe muy bien y uno lo llega a conocer (el diente de la vergüenza me parece genial).
Una frase que me encantó fue: “En esa época mis gustos literarios hacían que no me perdiera un momento de patetismo ni una frase sentenciosa.” No soy escritora ni pretendo serlo pero me identifico con las ganas de captar y grabarme frases y momentos que podrían verse en la ficción de alguna forma.
A mí me gusta mucho Juan Villoro. Creo que llegar a ser un cuentista destacado en un país como México, que ha dado a Juan Rulfo y Juan José Arreola, por ejemplo, es ya un enorme mérito. Pero hablando del cuento, ¿no les parece que el misterio inicial se fija en la relación entre doña Consuelo y el Prof. Rafael y luego se traslada a las gemelas, su enfermedad y la muerte? Para el narrador, eso de sustituir su afecto, porque sexualmente sólo había conocido a la muerta, es tenebroso. La ve dormir, simplemnte, y se inquieta.Ah, y tengo que agregar que las escenas eróticas, todas, son excelentes.
Saludos
Sobre El Coyote:
Un grupo de amigos, viajando en tren. Se detienen, acampan en el desierto. Al día siguiente, caminan. Uno de ellos, se desvía de la ruta.
El que se desvía se llama Pedro. Está cansado. Cansado del sol, de la rutina, de la presencia desagradable y extraña de Alfredo, de los problemas con Clara, su novia. Aún así, busca una droga que prenda la llama que una vez hubo entre ellos.
La búsqueda del peyote es sólo una excusa del escritor para enfrentar a Pedro consigo mismo; para que en ese arduo, fatigable y solitario paraje del desierto que se cree monótono descubra más allá de lo que oculta un paisaje: los peligros de las balas, los cactus, el calor, la insolación, la ruta hacia ningún lugar, un coyote. Pedro vence y sale, no con el impulso de la droga sino con la fuerza interior que le indica, una y otra vez, seguir adelante.
La empuñadura del cuchillo que le entrega un cazador encierra la enseñanza del escritor para Pedro y sólo al final de leer el cuento me di cuenta que es fantástico el mensaje: soy de mi dueño.
Sobre La alcoba dormida:
Es pícara. Detallista. Íntima. La narración, una delicia.
Me gustó muchísimo.
Concuerdo con Luis Felipe en la atención de la historia. Es más, creo que el romance "secreto" entre Doña Consuelo y el Profesor Rafael y luego entre éste y la engargada es, quizás, un doble juego del escritor, como si nos enviara un enigma: primero el protagonista tiene un romance con Paloma (aunque no sabe que es ella) "secreto" que al principio le agrada y luego le oprime el alma y luego con Melania es oficial pero para él es "banal" al igual que la opinión que tuvo en el caso de Rafael-encargada "abrumadoramente normal". Aunque para el protagonista, su relación con Melania está marcada por el fantasma de Paloma. "Tal vez se trate de mi mala vista o de las impurezas del vidrio, pero no veo el lunar que la distingue de Paloma".
Y sobre la frase literaria, apoyo a Agustina.
Me parece excelente el comentario de Anís sobre "Coyote"
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